En el mundo de las organizaciones una de las causas que estimulan el éxito es la definición de objetivos. Saber qué se quiere hacer, a dónde se desea llegar, cómo se puede lograr, es indispensable para cualquier emprendedor.
Para que un "objetivo" sea valioso y le simplifique su tarea, el mismo debe cumplir con ciertos requisitos:
1. Concreto y específico: Debe consistir en un enunciado claro y
determinado.
2. Con plazos determinados: Será más eficaz si determina un plazo para
ejecutarlo.
3. Debe tener control sobre el resultado: "Ganar un premio" no es un
objetivo, es una expectativa... Presentarse a un concurso sí lo es, ya que usted tiene control sobre el resultado esperado.
4. Medible: Debe ser susceptible de establecer un criterio de éxito para el mismo.
5. Acotado: Preferentemente con resultados obtenibles en un plazo razonable o con base en un esfuerzo determinado.
Muchas veces la gente se desanima por la imposibilidad de cumplir objetivos mal trazados y definidos, por ejemplo: "me casaré el año que viene" o "fundaré mi empresa antes de cumplir 35 años", no son objetivos definidos, sino deseos que no dependen de usted.
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